ESTO ES UN RELATO DE LAS VIVIENCIAS EN VALPARAISO Y SUS ALRREDEDORES A PARTIR DEL VERANO DE 1968...SIN MAS PRETENCION QUE MOSTRAR UN VALPARAISO DESDE MI MUY PARTICULAR OPTICA...

Valparaíso 70

lunes, 6 de agosto de 2007

BASTARDA IDEA QUE CIRCULA ENTRE LOS BARES.

Este fin de semana, por razones estrictamente de trabajo, visité Valparaíso, pero sólo pude hacerlo de entrada y salida, el Valparaíso que recuerdo con mucho amor y con gran cuota de nostalgia ya no está, mas cuando me enteré con mucha pena que el viejo Café Riquet ha dejado de existir, para dar paso a la construcción de un moderno Hotel.

Le pedí a la persona con quien debía reunirme que lo hiciéramos en uno de los pocos bares que quedan en el plan de Valparaíso, como un favor a mi, el cual aceptó de una manera no muy buenas ganas, y lo entendí, él es un foráneo del puerto y un hombre de negocios, aun que de no mucha altura.

La conversación fue relativamente breve y los acuerdos afloraron rápidamente y aduciendo a compromisos familiares y motivados por el día del niño se retiró ante de la media hora de reunión, no me molesté ya que entre los contertulios me pareció ver algunos rostros conocidos.

Al fin de cuentas, el vivir inserto en la realidad de Valparaíso y puesto el sentimiento en él, pareciera que las personas adoptan una postura, una imagen y una conducta común, la del porteño típico.

Todo estaba bien, hasta que escuché algo que me puso los pelos de puntas, y sinceramente espero que solo sea un cahuín de bar, producto de alguna mente alcoholizada, ya que si eso real, sencillamente es maquiavélico.

En resumen, se trata de una plan siniestro, y que trataré de resumir y darle una presentación lógica.

Valparaíso es una de las ciudades donde la industria inmobiliaria ha tenido muy poco desarrollo, y a consecuencia de haber sido declarado patrimonio de la humanidad, las construcciones del plan no pueden ser demolidas salvo... que se incendien... así de sencillo, y rumorea que la tragedia del barrio puerto, donde se quemó una antigua construcción de calle Serrano, no fue más que parte de esa estrategia comercial inmobiliaria.

Lo que no estaba considerado en esta perverso plan, que hubiesen muertos y que las autoridades locales actuaran con un criterio y sentimiento tan identificatorio con el puerto, reacción no contemplada, considerando que en estas últimas décadas, las autoridades, siempre han actuado en favor de los inversionistas.

Me parece difícil de aceptar esta idea como real, pero uno aprende a través de la vida, y tratándose de negocios, a los inversionistas les importa un bledo las personas y, por consecuencia, lo que pueden provocar sus negocios en la sociedad, lo que importa es la rentabilidad, criterio generalizado y aceptado por las autoridades de gobierno.

Por tanto, me propuse hacer un recorrido por Valparaíso y fotografiar todo lo que sea posible, a fin de aportar con un granito de arena, para que, cuando ya de Valparaíso sólo quede como parte del pasado, los relatos aguardentosos de algún trasnochado parroquiano en algún obscuro rincón de algún mísero bar que haya sobrevivido a algún fósforo nostálgico, esas fotos recuerden un pasado glorioso del primer puerto de Chile.

Fotos de El Rancaguaso


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